El Colectivo SUR expresa su más sincera alegría y satisfacción por el triunfo alcanzado por el pueblo de Islay en su defensa de la vida, el agua y la agricultura en el Valle de Tambo. La expulsión de la corrupta empresa minera Southern Perú y la derrota del gobierno aprista han sido resultado del sacrificio de los miles de pobladores del Valle, de sus organizaciones de base y de sus dirigentes. De manera especial, rendimos homenaje a la memoria de los luchadores caídos en el último tramo de la gesta en defensa del Valle de Tambo. Nuestros hermanos Andrés Taipe, Aurelio Huarcapuma y Néstor Cerezo, vivirán siempre en el recuerdo del pueblo a cuya causa entregaron sus vidas. Está pendiente que los responsables de sus muertes, con el sanguinario Alan García a la cabeza, sean llevados a los tribunales para pagar por sus horrendos crímenes.
El Colectivo SUR ha acompañado desde sus inicios la lucha emprendida por los pobladores del Valle de Tambo en contra de la contaminación y el abuso de la Southern y el gobierno central. Desde la realización de la consulta popular en la que el pueblo de Islay se pronunció contundentemente a favor de la agricultura y en contra de la minería, hasta los últimos días de la tercera huelga indefinida en la que los valientes pobladores de Islay fueron atacados y abatidos a balazos por la brutal represión de gobierno aprista, hemos realizado nuestros mayores esfuerzos para respaldar y difundir la lucha de los pobladores y trabajadores del campo en defensa del medio ambiente y de sus puestos de trabajo.
En ese sentido, valoramos mucho la conformación en la ciudad de Arequipa del Comité de Apoyo a la Lucha del Valle de Tambo, del cual hemos sido parte junto con otras organizaciones sociales y políticas. Reconocemos también el sacrificio y el decisivo papel cumplido por los líderes sociales de Tambo, en particular el del compañero Pepe Julio Gutiérrez, presidente del Frente de Defensa, en la conducción de esta prolongada y exitosa lucha. A él y a todos los demás dirigentes que con honestidad y entrega supieron llevar la voz de un pueblo decidido a luchar en defensa de sus derechos, nuestro reconocimiento, admiración y respeto.
Pero por otro lado debemos también condenar la actitud vacilante de los dirigentes de la llamada Coordinadora Político Social, encabezada por la Federación Departamental de Trabajadores, base regional de la CGTP. Este bloque, convertido de un tiempo a esta parte en la portátil de Juan Manuel Guillén, presidente de la región, ha cumplido un papel disociador y neutralizador de la respuesta popular en la ciudad de Arequipa a la lucha que venía librando el Valle de Tambo. Así también, el gobierno regional de Arequipa, lejos de respaldar las justas demandas de los pobladores del Valle, sostuvo hasta el final el argumento de que impedir la explotación de la mina supondría perder una cuantiosa inversión privada en la región. Quienes traicionaron y defraudaron las expectativas del pueblo de Islay en las horas más críticas, cargarán por siempre el peso y la responsabilidad de haberse puesto de espaldas al movimiento popular, subordinándose vergonzosamente a los dictados de un intrascendente aprendiz de caudillo.
Finalmente, renovamos nuestro compromiso militante con todas las luchas sociales de Arequipa y del Perú que se orientan a construir una sociedad más justa. La prolongada gesta de los pobladores y organizaciones del Valle de Tambo, nos deja lecciones muy valiosas. Una vez más, el coraje y la vocación del pueblo por la paz y la justicia, han terminado imponiéndose sobre el terror asesino, la imposición y el saqueo.
¡Viva el heroico pueblo del Valle de Tambo!
¡Gloria eterna a Andrés Taipe, Aurelio Huarcapuma y Néstor Cerezo!
¡El pueblo unido jamás será vencido!
¡Agro sí, mina no!
Arequipa, 09 de abril de 2011