A propósito del pronunciamiento de la Comisión Política Transitoria del Movimiento Tierra y Libertad sobre “Cuba, los derechos humanos y la democracia”, las y los integrantes del Colectivo SUR, militantes de base de TyL debemos manifestar lo siguiente:
1. Consideramos que cualquier crítica desde la izquierda a los procesos de construcción del socialismo en América Latina debe hacerse como parte del debate permanente y fraterno entre los pueblos y sus organizaciones para profundizar sus conquistas y corregir sus errores, y no en el marco de las campañas de demolición y desprestigio orquestadas por el imperialismo y su poderoso cerco mediático.
2. Deploramos de la forma más enérgica que la CPT impugne la política de agresión de los Estados Unidos contra Cuba por “ineficaz”. Consideramos inmoral la posibilidad que dicha postura deja entrever: la de un bloqueo y una agresión “eficaces” por parte de los Estados Unidos o cualquier otra potencia imperialista contra un pueblo hermano en nombre de la “democracia”.
3. Discrepamos de la concepción sesgada de los derechos humanos patrocinada por las ONG transnacionales y de quienes las asumen como sus referentes políticos y fuentes últimas e incuestionables de toda certeza. No es verdad, como afirma el pronunciamiento de la CPT, que el gobierno cubano “responda con la violación de los derechos humanos a quienes expresan sus discrepancias políticas”. Que sepamos, derechos como la alimentación, la salud y la educación en Cuba no están condicionados a las opiniones políticas de sus ciudadanos. Esos también son derechos humanos. Y las y los socialistas podemos dar fe de la pluralidad de posturas que en Cuba pueden expresarse sobre el proceso político de la isla, a favor y en contra del gobierno revolucionario, sin que ello suponga que las personas sean “detenidas en razón de sus ideas”. Lamentamos que esas versiones groseramente distorsionadas de la realidad de Cuba sean asumidas sin más por la dirección nacional.
4. Reconocemos el derecho de Cuba y del gobierno revolucionario a defenderse de la agresión imperialista que no es ningún juego de niños, que es una amenaza real y que va desde el financiamiento de las organizaciones contrarrevolucionarias y el reclutamiento de “disidentes” entre delincuentes comunes, como era el caso de Orlando Zapata, hasta el terrorismo más desalmado, pasando por el bloqueo económico a la isla, que las y los socialistas condenamos, no por “ineficaz”, sino por injusto y criminal.
5. Cuestionamos que en el campo de las relaciones internacionales, al tiempo que la CPT despotrica contra el gobierno revolucionario de Cuba reproduciendo las muletillas insostenibles de la derecha, los dirigentes nacionales de TyL sean tan complacientes con gobiernos “democráticos” como el del Brasil, que a pesar de su origen popular traicionó las luchas históricas de los movimientos sociales brasileños, defraudando sus aspiraciones y preservando intacto el neoliberalismo. De que los ricos nunca ganaron tanto como en su gobierno, se ha ufanado en repetidas ocasiones el presidente Lula. Y al congreso del PT, un partido secuestrado por su ala derecha desde hace mucho, han llegado los “saludos libertarios” de la CPT. La CPT tampoco ha arremetido con la misma fiereza contra el gobierno “democrático” de la Concertación en Chile, que tras el terremoto que asoló ese país ha puesto por encima el derecho a la propiedad de las grandes cadenas de supermercados y ha procedido a reprimir brutalmente a quienes carecen de los elementos mínimos de subsistencia luego de la tragedia.
6. Cuestionamos también que el marco de esa concepción estrecha y tendenciosa, o más bien liberal, de la democracia y los derechos humanos, se identifiquen posibles aliados en personajes como Susana Villarán, que en nombre de sus “convicciones democráticas”, por ejemplo, acudió rauda a presentar sus saludos a Alan García, luego de su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del año 2006. ¿Acaso no se sabía entonces que García era lo que es, entre otras muchas cosas, un violador inescrupuloso de los derechos humanos? ¿Es que la “alternancia democrática” erigida como dogma justifica celebrar la llegada al poder de un conservador corrupto y genocida compulsivo, sólo porque fue elegido “democráticamente”? ¿Son esa clase de “demócratas” los que nos son más afines?
7. Deslindamos finalmente con la idea de que renovar democráticamente la izquierda peruana implica involucionar hacia el liberalismo en cualquiera de sus formas, inclusive la de la “democracia radical” alumbrada al calor de aquel delirio que se pretendía “postmarxista”. Nos reafirmamos en el proyecto de Mariátegui de construir una alternativa socialista para el Perú y constatamos la necesidad de persistir en la tarea de articular a nivel nacional una corriente genuinamente socialista, que no se avergüence de serlo, que sea consecuentemente solidaria con los pueblos que luchan por construir sociedades más justas y que se mantenga más atenta a sus principios que a cualquier urgencia electoral.
1. Consideramos que cualquier crítica desde la izquierda a los procesos de construcción del socialismo en América Latina debe hacerse como parte del debate permanente y fraterno entre los pueblos y sus organizaciones para profundizar sus conquistas y corregir sus errores, y no en el marco de las campañas de demolición y desprestigio orquestadas por el imperialismo y su poderoso cerco mediático.
2. Deploramos de la forma más enérgica que la CPT impugne la política de agresión de los Estados Unidos contra Cuba por “ineficaz”. Consideramos inmoral la posibilidad que dicha postura deja entrever: la de un bloqueo y una agresión “eficaces” por parte de los Estados Unidos o cualquier otra potencia imperialista contra un pueblo hermano en nombre de la “democracia”.
3. Discrepamos de la concepción sesgada de los derechos humanos patrocinada por las ONG transnacionales y de quienes las asumen como sus referentes políticos y fuentes últimas e incuestionables de toda certeza. No es verdad, como afirma el pronunciamiento de la CPT, que el gobierno cubano “responda con la violación de los derechos humanos a quienes expresan sus discrepancias políticas”. Que sepamos, derechos como la alimentación, la salud y la educación en Cuba no están condicionados a las opiniones políticas de sus ciudadanos. Esos también son derechos humanos. Y las y los socialistas podemos dar fe de la pluralidad de posturas que en Cuba pueden expresarse sobre el proceso político de la isla, a favor y en contra del gobierno revolucionario, sin que ello suponga que las personas sean “detenidas en razón de sus ideas”. Lamentamos que esas versiones groseramente distorsionadas de la realidad de Cuba sean asumidas sin más por la dirección nacional.
4. Reconocemos el derecho de Cuba y del gobierno revolucionario a defenderse de la agresión imperialista que no es ningún juego de niños, que es una amenaza real y que va desde el financiamiento de las organizaciones contrarrevolucionarias y el reclutamiento de “disidentes” entre delincuentes comunes, como era el caso de Orlando Zapata, hasta el terrorismo más desalmado, pasando por el bloqueo económico a la isla, que las y los socialistas condenamos, no por “ineficaz”, sino por injusto y criminal.
5. Cuestionamos que en el campo de las relaciones internacionales, al tiempo que la CPT despotrica contra el gobierno revolucionario de Cuba reproduciendo las muletillas insostenibles de la derecha, los dirigentes nacionales de TyL sean tan complacientes con gobiernos “democráticos” como el del Brasil, que a pesar de su origen popular traicionó las luchas históricas de los movimientos sociales brasileños, defraudando sus aspiraciones y preservando intacto el neoliberalismo. De que los ricos nunca ganaron tanto como en su gobierno, se ha ufanado en repetidas ocasiones el presidente Lula. Y al congreso del PT, un partido secuestrado por su ala derecha desde hace mucho, han llegado los “saludos libertarios” de la CPT. La CPT tampoco ha arremetido con la misma fiereza contra el gobierno “democrático” de la Concertación en Chile, que tras el terremoto que asoló ese país ha puesto por encima el derecho a la propiedad de las grandes cadenas de supermercados y ha procedido a reprimir brutalmente a quienes carecen de los elementos mínimos de subsistencia luego de la tragedia.
6. Cuestionamos también que el marco de esa concepción estrecha y tendenciosa, o más bien liberal, de la democracia y los derechos humanos, se identifiquen posibles aliados en personajes como Susana Villarán, que en nombre de sus “convicciones democráticas”, por ejemplo, acudió rauda a presentar sus saludos a Alan García, luego de su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del año 2006. ¿Acaso no se sabía entonces que García era lo que es, entre otras muchas cosas, un violador inescrupuloso de los derechos humanos? ¿Es que la “alternancia democrática” erigida como dogma justifica celebrar la llegada al poder de un conservador corrupto y genocida compulsivo, sólo porque fue elegido “democráticamente”? ¿Son esa clase de “demócratas” los que nos son más afines?
7. Deslindamos finalmente con la idea de que renovar democráticamente la izquierda peruana implica involucionar hacia el liberalismo en cualquiera de sus formas, inclusive la de la “democracia radical” alumbrada al calor de aquel delirio que se pretendía “postmarxista”. Nos reafirmamos en el proyecto de Mariátegui de construir una alternativa socialista para el Perú y constatamos la necesidad de persistir en la tarea de articular a nivel nacional una corriente genuinamente socialista, que no se avergüence de serlo, que sea consecuentemente solidaria con los pueblos que luchan por construir sociedades más justas y que se mantenga más atenta a sus principios que a cualquier urgencia electoral.
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¡Con el pueblo de Cuba y su Revolución, ahora y siempre!
¡Por una América Latina unida, socialista y soberana!
¡Por la renovación y la revolución!
¡Por una América Latina unida, socialista y soberana!
¡Por la renovación y la revolución!
Arequipa, 06 de marzo de 2010
Colectivo Socialismo, Utopía y Revolución – SUR
1 comentario:
y entonces TyL?. Paloma Duarte
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